Trabajo en una oficina pública donde ayudo a las personas a desarrollar sus talentos ofreciéndoles consultoría en el campo de la orientación profesional. Siempre buscando un camino con el que poder sentirme verdaderamente en sintonía, creo que di el primer paso real en esta dirección cuando me encontré con una angustiosa sensación de vacío a consecuencia de una grave crisis matrimonial. Sentirme perdida en lo que creía era mi mayor logro en la vida me llevó a buscar una comprensión profunda de mí mismo: ¿cómo pude haber desarrollado esa dependencia emocional? ¿De dónde vino? Me dije a mí mismo que si no entendía, pronto me encontraría en una relación similar a la que tanto me había hecho sufrir. Así fue que el enfoque de la Metamedicina iluminó un mundo completamente inesperado dentro de mí, devolviéndome la serenidad, la felicidad y el equilibrio a medida que aprendí a ver mis partes heridas, transformándolas e integrándolas. Lo que me gustaría hacer hoy es llevar adelante la Metamedicina como filosofía de vida para ayudar a las personas a tomar conciencia de sí mismas, aprendiendo a encontrar sus partes más ocultas que, de otro modo, podrían conducir a un sabotaje de sus objetivos vitales emocionales y laborales. A través de las "llaves" de la escucha profunda, cada vez más personas podrán tomar conciencia de sí mismas, evitando retransmitir sus "heridas" a la próxima generación y convirtiéndose en guías de amor y paz para una sociedad basada en estos dos principios tan importantes para el progreso del ser humano.