Lo que inmediatamente me llamó la atención en el primer seminario al que asistí fue que vi personas verdaderamente felices, con luz en los ojos; y vi de primera mano, por primera vez, que es posible sentirse bien de verdad, sanando las heridas del pasado y eligiendo vivir en amor y gratitud. Pensé que si ellos podían hacerlo, yo también podría hacerlo.

Se me mostró un camino, un camino hacia la auténtica curación, que pasa por las circunstancias de nuestra vida para sanar total y profundamente el lugar sagrado donde todo se origina, nuestra alma.

He elegido seguir este maravilloso camino con todo mi corazón, convirtiéndolo en mi estilo de vida. A través de las claves que he aprendido, he vuelto a poner en orden los diversos ámbitos de mi vida, el trabajo, las relaciones, la salud, pero sobre todo he encontrado una alegría y felicidad que antes no creía posible. He experimentado cómo esto no depende de circunstancias externas, sino que ya se encuentra dentro de nosotros, cuando encontramos contacto con nuestra verdadera esencia.

Hoy me comprometo, a través de mi trabajo como consultor y animador, a acompañar a otras personas que desean redescubrir el bienestar, la salud, la felicidad y vivir en armonía consigo mismos y con los demás, realizando plenamente todo su potencial.