Llevo unos 2 años trabajando en el mundo del fitness y en mi experiencia me he encontrado muchas veces con clientes con problemas crónicos que nunca se han resuelto del todo.
Varias veces me he preguntado por qué estas personas no resolvían a pesar del constante compromiso con el gimnasio y los diversos tratamientos médicos. En cierto momento comprendí que había más por saber y que todo lo que se manifiesta a nivel físico está muy ligado a nuestra alma. Así que comencé a seguir cursos de crecimiento personal durante años, pero el verdadero punto de inflexión llegó en el año 218, cuando en las notas de un libro encontré una referencia a la Metamedicina.
Llegados a este punto todo cobró sentido y lo que hasta entonces habían sido sólo intuiciones se convirtieron en certezas: alma y cuerpo están profundamente conectados y por eso muchos problemas no se resuelven porque están vinculados y los traumas quedan enterrados en el fondo del alma. Gracias al camino de Metamedicina finalmente puedo ayudar a muchas más personas a encontrar bienestar y esto le ha dado un verdadero propósito a mi vida.